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Para sabotaje el del PSOE

Mientras el alcalde de Madrid buscaba soluciones para que el impacto del apagón perjudicase lo menos posible a los madrileños, el gobierno de Pedro Sánchez buscaba culpables.

Mientras el Ayuntamiento de Madrid activaba el Plan de Emergencias Municipal, reunía el Centro Integrado de Seguridad y Emergencias (CISEM) para facilitar información puntual y abundante de la situación y del funcionamiento de los servicios públicos, el gobierno de Pedro Sánchez callaba y ocultaba que había recibido varios avisos en varias ocasiones del desequilibrio en el despliegue de las renovables y la dificultad de gestionar los picos energéticos de estas.

Siguieron buscando culpables, se habló de sabotajes y en ningún momento se descartó un ciberataque a las redes eléctricas, que desde el minuto uno se había desechado por expertos y la propia Red Eléctrica.

España se fue a negro por culpa de una política energética diseñada desde la ideología y ejecutada con negligencia. ¿Alguien ha asumido responsabilidades? ¿Ha pedido disculpas? Nadie. Ni la presidenta de Red Eléctrica, la exministra Corredor, ni la responsable de Energía Aagesen y mucho menos el presidente del Gobierno han ofrecido una explicación en condiciones que contemple el origen y las causas del apagón para que éste no se vuelva a repetir.

Han intentado buscar culpables en las nucleares, en las eléctricas y, como no, en el Partido Popular para escribir un relato exculpatorio a la par que onírico.

En las crisis y en los momentos de caos es cuando mejor se conoce a los responsables políticos por cómo han reaccionado ante el desconcierto. Almeida se puso al frente de la crisis para que los servicios públicos siguieran operativos y minimizar en lo máximo posible el bienestar de los madrileños, Sánchez optó por esconder la cabeza como el avestruz.

Se echó de menos información del gobierno, se echó de menos colaboración del delegado del Gobierno y se echó de menos la ayuda de la oposición madrileña. Más Madrid es un mero comodín de Sánchez y la actuación de Reyes Maroto resultó ser el hazmerreír político aplaudiendo la actuación de Pedro Sánchez y poniendo en valor que hubiera habido un apagón.

Madrid y Sánchez son como el agua y el aceite, imposible mezclarse. Mientras Reyes Maroto y Óscar López sigan aplaudiendo a Sánchez, en la ciudad de Madrid no habrá alternativa de gobierno a José Luis Martínez-Almeida.

Carlos Izquierdo

Portavoz