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Hoy conocemos a José Antonio Martínez Páramo, un todoterreno.

Hoy conocemos a José Antonio Martínez Páramo, un todoterreno.

—¿Cuántos concejales va a sacar Almeida en las municipales?

—29.

Algunos los tenían claro. Otros, no tanto. Este era el lugar que el madrileño José Antonio Martínez Páramo ocupaba en la lista de José Luis Martínez Almeida. Y este fue el que le dio al Partido Popular la mayoría absoluta en el Palacio de Cibeles. Y después de mucho trabajar: Martínez Páramo es concejal del Ayuntamiento de Madrid.

 

Y para estrenarse, no está nada mal hacerlo como concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes y concejal presidente del distrito de Fuencarral – el Pardo, su distrito, el de toda la vida porque él es madrileño, del Atleti y estudió Derecho en la Complutense.

Páramo como le llaman quienes le conocen dice que esto de la política va de hacer posible lo imposible. Y algunos días, cuando él explica a quienes trabaja con él lo que quiere hacer, de primeras le miran con incredulidad y le preguntan: «Que se quiere hacer ¿qué?»; y él con su sonrisa tímida dice: «Vamos a intentarlo».

En el anterior mandato fue el coordinador de Medioambiente, dentro del equipo del delegado de Área Borja Carabante. Entre 2019 y 2023 pusieron en marcha la estrategia Madrid360, con los nuevos contratos de limpieza, que están dando muy buenos resultados y así atendieron necesidades que habían pasado desapercibidas, como son los espacios interbloques: zonas ajardinadas de las que los vecinos no pueden hacerse cargo y que requieren un mantenimiento muy sencillo para el Ayuntamiento.

Además, todas esas medidas y el trabajo llevado a cabo como coordinador de Medioambiente han hecho posible que hoy podamos decir que Madrid por fin respira. Porque desde 2010 hasta 2022, Madrid había incumplido reiteradamente la normativa europea en materia de calidad del aire, pero el año pasado Madrid, por fin, respiró y, por primera vez en nuestra historia cumplimos con la normativa europea, ninguna estación de medición del aire ha superado los valores límite de NO2 yno se ha activado el protocolo por episodios de alta contaminación.

Hacer posible lo imposible

No se está echando pipas porque su currículum lo demuestra. Era imposible que, en la Cañada Real, esos 14 kilómetros de abandono, droga y miseria se pusieran de acuerdo la Delegación del Gobierno en Madrid, los ayuntamientos de Madrid, Rivas y Coslada y la Comunidad de Madrid. Magia. Páramo con su recién estrenado cargo de Comisionado para la Cañada Real se empieza a reunir con todo el mundo, instituciones, vecinos, asociaciones, parroquias, colegios, oenegés, etc., y aquella tierra abandonada, de la que nadie quería saber empieza a tener cosas básicas como electricidad, agua y servicio de Correos. Podía estar con los más los tops de la ciudad y al cuarto de hora con aquellos que pasan necesidad sin inmutarse. Y, para colmo, asfalta parte de la Cañada porque nadie se había ocupado de que estos vecinos tuvieran el firme como es debido. «Hacer posible lo imposible», dice.

Conoce bien Madrid

Martínez Páramo conoce Madrid. Conoce lo mejor y lo peor. Y lo mejor es la parte bonita sobre la que no hay discusión porque es agradable a los sentidos y a todos nos gusta para ir de paseo; mientras también conoce aquellas zonas en las que antes de adentrarnos nos podemos preguntar lo de «¿qué hace una chica como yo en un sitio como este?». Echó unos años largos en el IVIMA, descubriendo la parte dura, la de la gente mal vista y descartada y en la que su trabajo consistió en rebanarse los sesos para ver ayudaba a tantas familias sin recursos a que pudieran tener una vivienda y una vida digna.

Y dedicándole tiempo y esfuerzo hizo posible que durante estos años la media anual fuera: la construcción de 2.100 viviendas, la entrega de 2.300 llaves, la venta de otras 2.000 viviendas a sus inquilinos y, además, se gestionara el alquiler de otras 23.000 viviendas. Antes, se dedicó a los realojos de las familias que habían vivido en los poblados chabolistas de la región. Su mayor logro: que en aquellos se consiguiera el mayor número de familias realojadas en bloques de vivienda.

¿Y qué le gusta a Páramo? Hacer posible lo imposible, estar con su familia, sus amigos, el fútbol y su Atleti, su Galicia, Cádiz y disfrutar. No le gusta perder el tiempo y marear. Porque Páramo trabaja, trabaja mucho y bien, y tiene la virtud de saber disfrutar de lo bueno de la vida.